Cuando veo esta etiqueta mi corazón palpita como una patata frita. Y si encima se corresponde con unos zapatos preciosísisimos, es casi un heart attack.
Necesitaba unos zapatos para ir a un bodorrio y además para poderlos usar en otras ocasiones, y mi bicho de amor (Alberto) me los regaló. Los compró con orgullo y satisfacción como el rey en Navidad porque por ese precio casi es un delito no llevárselos a casa.
El blazer también es una adquisición de Zara muy para este otoño. Pero no me lo ha regalado el bicho de amor, sino yo misma. A veces me doy premios porque sí.
Y como se puede observar, son muy apañaos porque elegantizan cualquier look. En las fotos, si no es por los zapatos y por el blazer, llevo un atuendo genial para arrancar las malas hierbas del jardín.
Y ya para terminar: ¿Cómo os va la "vuelta al cole"? ¿Qué tal os habeis tomado esto de que septiembre ya esté aquí?
A mí la verdad es que me gusta, es como si todo comenzase de cero, es como otra oportunidad para hacer las cosas bien. Y lo mejor de todo es que si fallo no pasa nada, ¡los errores se incluirán depurados en los propósitos de año nuevo!